A veces las palabras se quedan cortas ante las imágenes y los pensamientos.
Tengo miedo que haya un día sin mañana, tengo miedo de que el pulso te eche un pulso y pueda más...
Al final abandonaré, cederé y quizás así estés alegre. Es algo inevitable e inminente.
Dime que no y deshazme de esas ilusiones rotas. Realmente estoy exhausto de luchar por lo inluchable, por los deseos que nunca alcanzaré.
De verdad, hazlo.
Mis sueños son hoy fracasos gracias a ti.
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